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El programa de ciencia ciudadana ‘SoilSkin: La piel viva del suelo’, promovido por investigadoras de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ofrece este verano una serie de actividades que reivindican la importancia de los ecosistemas formados por musgos, líquenes y algas. Las actividades están dirigidas a público escolar y se llevarán a cabo en el marco del Campamento de Verano del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Las comunidades biológicas del suelo son ecosistemas en miniatura que viven en los primeros centímetros del suelo. Ayudan a mantener los suelos sanos y pueden contribuir a mitigar los efectos del cambio climático. Están formadas principalmente por líquenes, musgos y algas, y cubren buena parte del suelo de casi todos los ecosistemas ibéricos.

El programa de ciencia ciudadana ‘SoilSkin: La piel viva del suelo’ tiene como objetivo divulgar la importancia de estas comunidades, y busca que los ciudadanos ayuden a los científicos a explorar dónde crecen y qué amenazas de conservación enfrentan.

En esta dirección, este verano se llevará a cabo una serie de actividades educativas para descubrir “el universo desconocido que crece bajo nuestros pies”.

Las actividades están dirigidas a estudiantes de primaria y se realizarán en el marco del Campamento de Verano del Museo Nacional de Ciencias Naturales los días 6 de julio, 20 de julio, 3 de agosto y 31 de agosto.

En estas actividades, los responsables del programa realizarán experimentos que demuestran lo importantes que son las comunidades biológicas del suelo para proteger el suelo de la erosión y la desertificación.

Además, explorarán la diversidad de formas de vida de líquenes, musgos y algas que pueblan los suelos de los ecosistemas ibéricos, y hablarán de la importancia de estas comunidades para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El programa de ciencia ciudadana cuenta con una aplicación móvil (eBryoSoil, disponible para Android), a través de la cual cualquier persona que haya participado en las actividades educativas puede ayudar a estudiar dónde se desarrollan las comunidades biológicas del suelo.

“Los datos recopilados mediante esta aplicación servirán para saber dónde crecen estas comunidades y dónde son más abundantes. Además, también podremos averiguar qué comunidades están en riesgo debido al cambio climático y cuáles necesitamos proteger con urgencia”, aseguran los promotores del proyecto.

El proyecto SoilSkin: La piel viva del suelo está desarrollado por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales, con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología -Ministerio de Ciencia e Innovación.

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